Un poco de mí...
Me permito distraer tu atención unos minutos para hacerte llegar mi propuesta.
Mi nombre es Mariela, soy mamá, esposa, médica y ante todo MUJER!.
Durante muchos años me he preparado y trabajado día a día en mi perfeccionamiento para brindarte lo mejor de mí en la etapa que necesites. Mi proyecto nació en el año 2005, abriendo las puertas de un pequeño Spa llamado Aguas de Roca, en el que me dedique a la estética, belleza y salud de la mujer, recolectando muy lindas experiencias y conociendo las necesidades de las mujeres. Así fui creciendo e implementando nuevos servicios, cambié mi
espacio para poder tener un lugar más al que dediqué a las embarazadas, a los papás y a los bebés en ese momento tan especial con un proyecto destinado a acompañarlas en el preparto, parto y puerperio, desde mis conocimientos y desde mi sensibilidad y sentimientos.
Y porque quiero seguir creciendo junto a vos ahora te presento mi nuevo desafío, que me apasiona y que reúne todas las semillas que fuì plantando en mi andar, LA MEDICINA CLÌNICA ESTÈTICA Y REPARADORA!!
De que se trata????
Es una pràctica mèdica-no quirúrgica que aplica las técnicas necesarias, para la restauración, mantenimiento y promoción de la estètica, salud y bienestar.-
¨La belleza, es una combinación de formas y proporciones tal que al ser observada produce una sensación placentera a los sentidos, conservando su armonía¨ Para mi, ser Médica, Instructora en profilaxis prenatal, Doula, es ser yo misma.-
Esta es mi pequeña historia, la que se alimenta y se nutre de todas y cada una de las que viviremos juntas.- GRACIAS POR PERMITIRME LLEGAR HASTA VOS.-
Atte,
Mariela Martínez
MÈDICA.
MEDICINA ESTÈTICA CLÌNICA Y REPARADORA.
viernes, 13 de septiembre de 2013
TRANSPIRACIÒN EXCESIVA Y TOXINA BOTULÌNICA
La hiperhidrosis es una enfermedad caracterizada por una excesiva producción de sudor ecrino en uno o varios niveles del cuerpo, de forma crónica; condicionando las relaciones personales y las actividades sociales.
Es una enfermedad caracterizada por un exceso de sudoración, producido por un fallo del sistema nervioso simpático (parte del sistema nervioso autónomo) originando que el organismo produzca más sudor del que necesita para regular la temperatura corporal. Muchas personas que presentan esta enfermedad ven afectada su calidad de vida y sienten pérdida de control sobre ella, ya que la transpiración se presenta independientemente de la temperatura y del estado emocional.
Esta alteración suele iniciarse en la infancia o la pubertad y generalmente dura toda la vida si no se realiza tratamiento. Se estima que el 3% de la población padece hiperhidrosis primaria; afecta de igual manera a hombres y mujeres. Hasta el 40% de los afectados tiene otro miembro de la familia con el mismo trastorno, por lo que es una enfermedad hereditaria.
Según las regiones afectadas por exceso de transpiración, se distinguen: sudoración palmar, sudoración plantar, sudoración axilar y sudoración facial. Un fenómeno asociado a la sudoración facial es el rubor facial, que consiste en el enrojecimiento del rostro.
Según su origen se distingue:
hiperhidrosis primaria sin causa evidente, puede iniciarse en cualquier momento de la vida.
hiperhidrosis secundaria puede deberse a trastornos de la glándula tiroidea o la pituitaria, infecciones, diabetes mellitus, tumores, menopausia o ciertos fármacos. En algunos casos, el rubor facial o la hiperhidrosis generalizada es causada por la insuficiente nutrición celular, la enfermedad de Wernicke, que puede afectar al hipotálamo, el centro regulador de la temperatura corporal entre otras funciones.
Tratamiento
1.Solución de cloruro de aluminio (hexahidratado). Consiste en la aplicación de soluciones antitranspirantes con mayor concentración de cloruro de aluminio. Puede resultar efectivo sólo para hiperhidrosis axilar, y en menor medida para hiperhidrosis palmar y plantar. Sin embargo, es altamente probable que reseque o irrite demasiado la piel, y algunos estudios sugieren la existencia de riesgo a padecer cáncer de mama por la acción de su componente principal, el aluminio,1 aunque otros estudios más recientes no han hallado evidencia de esta relación.
2.Iontoforesis. Consiste en pasar corriente eléctrica de bajo voltaje a través de la piel. La iontoforesis hace que las proteínas superficiales de la piel se coagulen y bloqueen parcialmente los conductos sudoríparos.
3.Medicación oral. Pueden utilizarse algunos medicamentos anticolinergicos, como glicopirrolato y oxibutinina. Sin embargo estos fármacos pueden provocar efectos secundarios como sequedad de boca y ojos, náuseas, arritmias y dolor de cabeza, además están contraindicados en determinadas enfermedades, por lo que solo pueden ser prescritos por el médico, valorando las circunstancias de cada paciente.
4. Toxina botulínica tipo A . La toxina botulínica sólo está permitida si se inyecta en las axilas. tiene que ser inyectada cada 2 o 6 meses.
5.Simpatectomía por videotoracoscopía.
Hiperhidrosis y calidad de vida[editar fuente]
La hiperhidrosis tiene una repercusión importante sobre la calidad de vida de quienes la padecen. Se puede convivir con ella, pero a menudo puede causar estrés emocional, dificultando en ocasiones la vida personal, laboral y social del paciente provocando a su vez que se vuelva un círculo vicioso pues la necesidad de sentirse "seco" (sobre todo en hombres) y la preocupación de oler mal (sobre todo en mujeres) provoca más estrés del que ya se tiene ante una situación social y por lo tanto mayor sudoración.
En los casos más graves el exceso de sudor provoca que las personas se vuelvan retraídas y rehuyan la actividad social evitando situaciones donde necesitan entrar en contacto con otros, pudiendo ser una causa de fobia social. También causa dificultad en la manipulación de papeles, lápices, botones, herramientas, equipos electrónicos o instrumentos de música. La necesidad de evitar el saludo de manos obliga a muchas personas a buscar tratamiento.
NOVEDAD!!!: TOXINA BOTULÌNICA ( BOTOX, DISOPRT, XEOMIN) PARA TRATAMIENTO DE HIPERHIDROSIS AXILAR:
ya existe una excelente opción para controlarla, consiste en aplicar inyecciones subcutáneas de la toxina. Su aplicación es eficaz, segura y poco dolorosa. y se coloca cada 6 meses de pendiendo de la respuesta del paciente.
AHORA SI PUEDES LEVANTAR TUS BRAZOS SIN MIEDO A MOSTRAR MANCHAS DE SUDOR!!
jueves, 5 de septiembre de 2013
LA IMPORTANCIA DEL AGUA EN NUESTRA SALUD
El agua es fundamental para nuestra vida y para mantener una
buena salud. Es un líquido indispensable al igual que el aire que
respiramos.
Un adulto pierde unos 2/4 de su volumen total de agua al día, lo que equivale a 10 tazas. Por eso, los profesionales de la salud recomiendan beber de 8 a 10 vasos al día.
Pero, ¿por qué es necesario tomar agua?, ¿cuál es la importancia del agua en el organismo?
Se pierde agua con cualquier actividad diaria y al hacer ejercicio a causa del calor. Esta se pierde a través de la transpiración, la orina y la respiración. Cada vez que se orina se pierde aproximadamente una taza de agua.
La deshidratación leve ralentiza los procesos metabólicos del cuerpo y es perjudicial para los riñones. Sus síntomas incluyen sensación de boca seca, fatiga, aletargamiento, debilidad muscular, dolor de cabeza, mareos, etc.
Importancia
El cuerpo está formado en más de un 65 por ciento por agua. El agua es más importante para sobrevivir que la comida, si se considera que se puede resistir sin alimentos sólidos durante semanas, no ocurre lo mismo con la ausencia de agua. El cuerpo la almacena en grandes cantidades y necesita reponerla constantemente.
La importancia del agua reside en que esta lleva los nutrientes a las células, ayuda a la digestión formando secreciones estomacales, elimina los residuos, mantiene los riñones sanos y aporta una hidratación constante a la piel, ojos, boca y nariz, lubrica las articulaciones, regula la temperatura corporal y el metabolismo.
Cuando se consume suficiente agua se puede retrasar el envejecimiento y mejorar enfermedades como diabetes, hipoglucemia, artritis, sequedad cutánea y obesidad. Los riñones son los órganos que ayudan al cuerpo a eliminar residuos, y necesitan suficiente agua para hacer su trabajo de "depuradores de deshechos".
Consejos
Beber agua debe ser un hábito. Por eso se recomienda:
Beber un vaso al levantarse: rehidrata el cuerpo, y el organismo como la piel lo agradecerán. Se recomienda tomar agua tibia y añadirle unas gotitas de jugo de limón natural para beneficiar el proceso para eliminar toxinas.
Contar con una botella o taza en el lugar de trabajo para beber constantemente en la jornada laboral.
Beber un vaso de agua antes de hacer ejercicios y, mientras se ejercita el cuerpo, se debe tomar un sorbo cada 15 o 20 minutos. También hay que hacerlo al terminar.
Hay que acostumbrase a llevar una botella pequeña en el bolso, en el auto, en la bolsa del gimnasio. En cada momento que se empiece a sentir sequedad, se debe tomar líquidos.
Evitar las bebidas de cafeína o alcohol, pues tienen un efecto deshidratante y en ningún caso sustituyen o complementan la ingesta de agua.
Se pueden añadir alimentos a la dieta diaria: ajo, patatas, espárragos, perejil, berros, apio, pepinos, papaya, plátano, sandia, calabaza, coles, legumbres, yogur natural. Al mismo tiempo se deben eliminar otros como: remolacha, carne, espinacas, acelgas, chocolate, cacao, huevos, y productos lácteos procesados.
jueves, 4 de julio de 2013
MESOTERAPIA...UNA EXCELENTE OPCIÓN
Es un tratamiento que involucrala introducción de uno o más medicaciones en la región afectada por vía intradérmica. Tiene como objeto colocar el fármaco cerca del lugar afectado, logrando así una acción local y evitando el paso de la sustancia al torrente sanguíneo.
La mesoterapia es un tratamiento médico muy utilizado para solucionar las patologías de carácter estético como la celulitis, el envejecimiento, los trastornos circulatorios, la alopecia y las afecciones de la piel, entre otras. Se trata de un método muy eficaz siempre que se realice en las condiciones adecuadas y con las composiciones correctas.
Este tipo de mesoterapia se puede aplicar en personas muy jóvenes desde 14 años de edad, dado que no interfiere en el desarrollo del organismo, además de que responden mucho más rápido a la terapia, aunque también hay pacientes de edad avanzada que pueden responder muy bien al tratamiento.
El tipo de productos que se aplica en mesoterapia varía de acuerdo con las necesidades del paciente, ya sea que se desee mejorar su circulación u oxigenación o metabolizar y acelerar las paredes de las zonas de grasa para acelerar la desintegración de ésta.
Por otra parte, la mesoterapia se puede aplicar en cualquier parte del cuerpo, salvo en los senos. Incluso el rostro se beneficia notablemente con esta técnica, ya que se utiliza un complejo de inyecciones de vitaminas que regeneran y estimulan las células de colágeno y elastina, y además reafirman los músculos.
Otros lugares, como la parte interna y superior del muslo, alrededor de la mamas, debajo del maxilar inferior (la papada) y la cara interna de las rodillas, deben tratarse con mayor cuidado, dado que en esos lugares se localizan estructuras arteriales, venosas y nervios que deben respetarse
Tanto la duración del tratamiento como los métodos complementarios dependen de los requerimientos anatómicos de cada persona. Es vital que el tratamiento mesoterapéutico sea aplicado por profesionales debidamente entrenados y que manejen las medidas de higiene y asepsia que requiere esta terapia porque el cuerpo tiene gran cantidad de puntos nerviosos y motores, además de vasos sanguíneos que no deben tocarse por la aguja o los líquidos.
De acuerdo al efecto deseado, puede ser superficial o profundo, y se puede hacer de manera tradicional con microagujas de muy bajo calibre (muy finitas) o sin agujas, con aparotología de última generación.
Los resultados más sorprendentes se observan en el campo de la Medicina Estética, el tratamiento del dolor y la mayoría de las alopecias (caída del cabello).
Es una técnica médica moderna ya impuesta en nuestro medio, y que hoy goza de la aceptación de profesionales y pacientes, simplemente gracias a sus extraordinarios resultados.
¨POCO, POCAS VECES, EN EL LUGAR ADECUADO¨ Dr. Michel Pistor (nacimiento de la mesoterapia)
MICRODERMOABRASIÓN CON PUNTAS DE DIAMANTES
La microdermabrasión es un tratamiento que consiste en exfoliar y remover la superficie de células muertas de la piel. Son varias las formas en que se puede llegar a cabo la microdermoabrasión, pudiendo usarse cremas o aparatos, la última tecnología muy usada, con muy buenos resultados y que no ofrece mayores contraindicaciones ni complicaciones es la microdermoabrasión con puntas de diamantes, para lograr el objetivo de obtener de piel lisa y joven. La microdermoabrasión se realiza generalmente en la cara, el pecho, el cuello, los brazos o en las manos, con el objeto de remover cicatrices de acné, arrugas, estrías y manchas del sol. Este tipo de tratamiento tiene su origen en la dermoabrasión, un procedimiento quirúrgico que remueve la capa superior de la piel pero, a diferencia de la microdermoabrasión, la dermoabrasión alcanza un nivel mucho más profundo de la epidermis, permitiendo una mejor reducción del acne, arrugas o manchas en la piel. El inconveniente de este tratamiento es su periodo de recuperación, que puede llegar a ser de varias semanas, por lo que muchos centros de belleza ofrecen como alternativa el tratamiento de microdermoabrasión.
Luego de realizado el tratamiento y con el pasar de los días, comenzarán a reproducirse nuevas células de piel que reemplazarán a las eliminadas.
La microdermoabrasión no esta libre de riesgos. Si el tratamiento no es realizado con cuidado puede ocasionar daño permanente en la piel, por lo que se recomienda realizarlo con un profesional. La microdermoabrasión puede no funcionar en casos extremos de daño de la piel, como cicatrices o arrugas muy profundas, por lo que se recomienda consultar con varios profesionales para conocer si es recomendable realizar el tratamiento.
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miércoles, 3 de julio de 2013
PEELING...TIEMPO DE COMENZAR!!!
El peeling es un proceso de exfoliación o “peladura” que se efectúa para disminuir las capas superficiales de la piel pudiendo llegar hasta capas profundas, con el fin de remover las células muertas y/o tratar diversos tipos de lesiones.
Ya en la antigüedad los:
• Egipcios: se frotaban la piel con polvo de alabastro.
• Turcos: chamuscaban la piel con fuego
• Indios: aplicaban orina sobre la piel.
Se puede aplicar en toda la superficie que posea piel en el cuerpo, siendo el lugar más común, el rostro, siguiendo luego la espalda, cuello, brazos, manos, axilas y entrepiernas. Pueden ser:
• Muy superficiales: a nivel cosmetológico ( sobre piel sana)
• Superficiales: cosmetológico y dermatocosmiatras ( sobre piel lesionada)
• Medios: médicos
• Profundos: médicos
La importancia de realizar un peeling médico radica en poder actuar sobre toda la epidermis y la dermis superficial papilar, con una profundidad aproximada de 0,45 mm en el caso de peeling medios, y hasta la capa reticular, la más profunda, a 0.60 mm con los peeling profundos!!.
Sus efectos se basan en la estimulación de la producción de colágeno y elastina, mejorar la elasticidad de la piel y su turgencia, y disminuir arrugas finas, manchas y marcas.-
Si hablamos de métodos podemos citar:
• Mecánicos: microdermoabrasión con puntas de diamante
• Químicos: ácidos débiles y fuertes
• Físicos: sol, viento, frío, láser, crioterapia, luz pulsada.
Así es como sus indicaciones serían:
• Arrugas finas y profundas
• Secuelas de acné
• Fotoenvejecimiento
• Flaccidez
• Queratosis
• Melasma
• Manchas
Obteniendo resultados como:
• Rejuvenecimiento.
• Aclaración de la piel.
• Cierre de poros.
• Luminosidad
• Disminución o desaparición de cuadros acnéicos.
• Tersura en la piel.
• Disminución o eliminación de queloides, arrugas, cicatrices y manchas.
• Reactivación del ciclo de recambio celular dérmico y epidérmico.
• Hidratación.
• Disminución del grosor de la capa córnea.
• Reactivación del proceso circulatorio.
• Reestructuración de las fibras colágenas y elásticas para lograr el efecto “lifting”.
Entonces, es tiempo de comenzar, con una previa y minuciosa observación de la piel y sus características existen una amplia gama de tratamientos adecuados para cada una de ellas!!
viernes, 23 de septiembre de 2011
UN TESTIMNIO MUY HERMOSO...
Carla ConteEstá convencida de que los partos tienen que humanizarse: volver a ser íntimos y sin presiones de tiempo. La conductora de TV eligió a Para Ti Mamá para hacer el conmovedor relato de la noche en que, en el living de su casa y con ayuda de una partera, tuvo su primera hija.
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Foto 1 de 3De pronto, en plena sesión de fotos, Carla empieza a llorar porque su hija llora. Se siente en un dilema: quiere dar la nota para contar su parto humanizado, pero no quiere que su hija se estrese haciendo fotos para la revista. Sabe que la entrevista y la producción fotográfica van de la mano. Se tranquiliza cuando la beba se calma en su teta y pide un poco de mimos. En el estudio de fotografía el clima es relajado. La clave es hacer fotos de madre e hija, embelesadas, y que todo sea distendido, respetando los tiempos de la beba. Termina la sesión y, café y medialunas de por medio, nos sentamos con Carla, –de 32 años, en pareja con el músico Guillermo Brutto–. “No tenía pensado hacer fotos con Mora, es demasiado chiquita. Pero cuando ustedes me llamaron para entrevistarme pensé que Para Ti Mamá era un buen marco para contar cómo había nacido. Si no lo hacía con ustedes, no lo hacía con nadie”, arranca, y nos disponemos a que nos cuente todo lo que pasó en su casa de Caballito, hace algo más de tres meses.
–¿Como surgió la idea de que el parto de Mora fuera en tu casa?
–El día que me enteré que estaba embarazada, lo primero que hice fue buscar en Internet “parto humanizado”. Sabía que existía, me interesaba el tema, pero no sabía qué significaba realmente. ¡Tampoco tenía idea de qué era un parto! (risas). Empecé a averiguar y fue maravilloso. Encontré información por todos lados, en cantidades industriales: videos, fotos… y muchas campañas a favor del parto humanizado.
–Habías escuchado hablar del tema.
–Adentro mío existía una simpatía por la idea del parto humanizado. Por alguna razón fue lo primero que fui a buscar cuando supe que estaba embarazada. Pero no sé de dónde lo había sacado. Tal vez algo me había dicho mi marido, que conocía un grupo de mujeres que había parido en su casa. Pero no fue planeado, ni algo que me había propuesto. De hecho hacía dos años que pagaba una obra social para parir en un sanatorio. Como la mayoría de la gente, yo pensaba ir por el camino clásico: parir en un sanatorio. Muchas veces uno no se plantea las cosas, no se cuestiona: vas al obstetra, te dicen quién va a ser tu partera y así llega al parto. Yo quise empezar a ver otras cosas. Había otras formas. Me enteré, por ejemplo, que el cordón umbilical no se les tiene que cortar enseguida, como hacen en muchos sanatorios. Y hay más cosas que mucha gente no se cuestiona.
–¿Por qué crees que las cosas se hacen así?
–No sé. No hay lógica. Nadie te explica las cosas. Ni te dicen por qué hacen las cosas con semejante velocidad. Cuando empezás a caminar un camino distinto, te vas encontrando gente que se cuestiona lo mismo que vos y que te recomiendan libros. Así fue como leí “La maternidad y el encuentro con la propia sombra”, de Laura Gutman y después “Parir en libertad libertad” de Raquel Schallman. Cuando los terminé dije: “yo quiero parir en mi casa”; lo agarré a Guille y le dije: “consigamos esta partera. Llamémosla”. No sé por qué más del 90% de la población sigue por el camino tradicional, quizás porque no sabe que existe otro. No debería haber más mujeres a las que les dicen que no dilatan y les hacen un goteo o una cesárea, sin darles tiempo.
–¿Cómo seguiste?
–Mi ginecóloga no hacía partos, entonces busqué un obstetra y la verdad que no me gustó. Quedé como boyando. En Mar del Plata tuve un inconveniente y fui a ver a otro médico, que me recomendó Raquel Schallman. Me pareció agradable la manera en que me habló. Se centró en mí como alguien particular, no como una embarazada en general. Yo quería que me trataran sabiendo que mi embarazo podía ser distinto, que podía sentir otras cosas. Flashee con el parto humanizado. Así conocí a Edith Diez y Sandra La Porta, las parteras que colaboran con Raquel, con muchos años de experiencia. Te hacen sentir que sos la protagonista de ese momento.
–¿Cómo te sentiste durante el embarazo?
–Trabajé y estuve fantástica. Iba viendo cómo evolucionaba. Me hice todos los estudios de rutina. Sólo al final, en el último programa de Éste es el show, me sentí realmente mal. Estaba de ocho meses y medio y en vivo empecé a sentir contracciones. Me bajó la presión. Pero antes hice de todo, no me privé de nada. Eso sí: dejé el alcohol y el tabaco.
–¿Cómo te referís a esta experiencia de parto?
–Parto humanizado o parto respetado. Así deberían ser todos los partos. Tiene que ver con que nadie decida por vos. Muchos me dicen que tuve coraje, pero la verdad es que yo no siento que haya tenido más valor que otras mujeres. Lo único que hice fue informarme mucho y eso es lo que recomiendo. ¿Por qué dicen que el parto es lo más doloroso del mundo? No. El parto duele si te aceleran. Si tratan que dure tres horas un proceso que debería durar veinte.
–¿Tu marido estuvo de acuerdo en que un parto humanizado era lo mejor?
–Sí. Él me lo había mencionado antes. Yo sabía que quería hacer algo diferente de lo que había escuchado, pero no sabía si en casa. Estaba la opción de ir a un sanatorio, después de haber hecho el trabajo de parto en casa. Pero me decidí cuando hice el curso.
–¿Qué dijo la gente cuando contaste que querías tener a tu hija en tu casa?
–Pasó de todo. No quería decirlo mucho en los medios y tener guardia ese día en mi casa porque no sabía cómo iba a resultar. No quería hacer mucha alharaca del tema. Tenía un plan B: si pasaba cualquier cosa nos íbamos a un sanatorio en el que teníamos un lugar reservado. Eso en relación a lo público. Mientras que en mi familia fue toda una revolución. Fue muy poca la gente que me entendió. Ni mi hermano, ni mi cuñada, que habían tenido un parto en el que todo había salido fantástico
pero que no había sido lo que yo quería. Les costó entender. Muchos quisieron detenerme. Y la verdad que, después, cuando vieron cómo salió todo, se callaron la boca. Nadie tuvo nada que decir. A mis amigas les mostré el parto, porque lo tengo filmado y flashearon. Quedaron alucinadas.
–¿Cómo fue?
–Empecé con algunas contracciones el sábado a la noche y mi hija nació el domingo 21 de junio a las 9 de la noche. La noche del sábado al domingo eran sólo molestias, así que dormí.
–¿Tenías miedo?
–No. Tal vez sí a lo desconocido, al parto en sí. Pero no porque fuera en mi casa.
–Estabas muy convencida de lo que estabas haciendo.
–Sí. De hecho ves la filmación y hay un momento en el que a Guille le digo que no tengo nada de miedo. Al final sentía un dolor indescriptible, como que te estás partiendo. Sentía que estaba por explotar. Pensaba que ese estado no se podía sostener en el tiempo. Estaba con Sandra y con mi marido. Iba de la cama a la bañadera. Dormitaba, entre contracción y contracción. Guille contaba el tiempo. Así estuve todo el día. Dejando avanzar el proceso. Tipo ocho de la noche ya estaba casi con dilatación completa y me sentía tranquila. Las contracciones son dolorosas pero lo bueno es que duran un minuto, como máximo y pasan. Aguantás y después descansás. Tenés minutos para recuperarte, para relajarte. Cuando ya tenía la dilatación suficiente Sandra me pidió que me parara y que empezara a caminar para que la cabeza de Mora bajara. De golpe algo cambió porque empecé a sentir la necesidad de pujar. Se modificó todo. El cuerpo puja y no podés hacer otra cosa. Entré al living y Sandra estaba en el piso, acomodando todo para que naciera mi hija. Mi marido estaba poniendo la cámara en el trípode y yo lo empecé a manotear, sentía que iba a salir. Fue media hora de un acelere violento. Como una montaña rusa, sin retorno. Estaba en cuchillas, agarrándo a Guille, destruyéndolo, gritando. Ya le había avisado a los vecinos que iba a tener a mi hija en casa (risas). Los dos últimos pujos fueron con todo. Sentí que volaba por el aire.
–¿Cómo fue parirla?
–En el anteúltimo pujo Sandra me tranquilizó porque yo estaba gritando mucho. Me dijo que no estaba haciendo fuerza para pujar y que tenía que volver a hacerlo bien. Que podía gritar pero que también tenía que pujar. Me habló con una calma que no voy a olvidar nunca. Me avisó que iba a nacer, que aguantara la respiración y me mostró con un espejito la cabeza de Mora. La ví saliendo de mí. Y en un último pujo, la contracción final. ¡Increíble! Fue alucinante parir a Mora en casa.
–¡Qué bueno tenerlo filmado!
–Sí, aunque en la filmación no se nos ve bien a nosotros. Las cabezas quedaron cortadas (risas). Cuando Guille ponía la filmadora en el trípode, yo lo agarraba porque Mora nacía. Fue un segundo. Se deslizó, me la pusieron en el pecho y la agarré, la tapamos. Guille estaba atrás mío. Yo estaba sentada en una silla de parto –con forma de herradura–, porque las piernas no me daban más. Arrancó llorando como loca. Yo sólo le miraba la carita y no entendía nada. Desde ese momento dejé de
entender. Quedé como congelada. En un momento me estaba partiendo y de repente apareció Mora. La tenía en brazos. Es incontable. Después de nueve meses de tanto esperarla.
–¿Mora estaba bien?
–La vio Sandra y dijo que estaba bien. Respiraba perfecto. Después, esa noche la vio un pediatra. Yo quería que la viera un médico. Tiramos un colchón en el piso y me acosté con ella. Estaba en una nube total. Sandra me revisó, vio que tenía un desgarrito y me hizo dos puntos.
–¿Aprovecharon para estar los tres juntos o había más gente en tu casa?
–No había nadie más. No queríamos que nadie supiera que estaba en trabajo de parto para que nadie se preocupe. Pero lo cierto es que el domingo era el Día del Padre y se notó que algo pasaba porque nos íbamos a juntar y no nos juntamos. Desde ese día estuvimos juntos los tres. Siempre soñé con la maternidad, desde chica. Me llegó en el momento justo. La buscábamos desde hace tiempo pero está bien que haya llegado en este momento.
–¿Y te costó volver a trabajar?
–Sí, me costó. Por suerte pude hablarlo en el trabajo y todos me entendían.
–¿Cambió la relación de pareja?
–Y… sí. Ya no somos dos. Además Guille tiene una hija que se llama Casandra, de 8 años. Pero como no vive con nosotros todo el tiempo, siempre tuvimos nuestros momentos de ser dos. Eso ya no existe más, ¡ni existirá por varios años! Tu pareja pasa a ser el padre de tu hija y eso cambia todo. Yo estoy constantemente para ella. Aunque es algo que trato de laburar. Los primeros treinta días no me separé ni para hacer pis. La primera semana casi ni me bañaba y no me quería vestir. Además
dormimos juntas. Pero, como volví a trabajar rápido, con Mora de veinte días, tuve que activarme sí o sí. Al principio se ve todo muy caótico, y de a poquito se va acomodando la vida. Que Guille ya sea papá me calma y ayuda un montón.
–¿Cómo tomó Casandra la llegada de su hermana?
–Está feliz. Por momentos fue todo un tema, pero ya lo superó. Como es grande, la puede alzar. Por ahí Mora se duerme encima de ella y eso la pone re contenta.
–¿Quieren tener más hijos?
–Me encantaría. No se cuándo, supongo que en un par de años, mínimo dos o tres. El embarazo fue alucinante, me pareció un estado maravilloso. De hecho, después, extrañé la panza un montón. Me sentía bárbara, y ¡estaba embarazada! Fue parte de un gran cambio en mí, de mi búsqueda personal, tomar un rumbo nuevo… un antes y un después. Lo importante es poder decidir. Aunque elijas una cesárea, elegís sabiendo, habiéndote informado. Yo no reniego de la institución, ni de los
sanatorios, ni pienso que todo el mundo tiene que parir en su casa. Se trata de parir donde tengas ganas de parir, y en la forma que quieras hacerlo. Mi abuela parió en su cama. No es un delirio, sino que se trata de estar más cerca de la naturaleza de tu cuerpo. Aunque sé que está buenísimo que haya un médico para resolver complicaciones y contar con la medicina para lo que corresponde. Pero un parto es tan simple, tan sencillo… como ha nacido todo el mundo.
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Foto 1 de 3De pronto, en plena sesión de fotos, Carla empieza a llorar porque su hija llora. Se siente en un dilema: quiere dar la nota para contar su parto humanizado, pero no quiere que su hija se estrese haciendo fotos para la revista. Sabe que la entrevista y la producción fotográfica van de la mano. Se tranquiliza cuando la beba se calma en su teta y pide un poco de mimos. En el estudio de fotografía el clima es relajado. La clave es hacer fotos de madre e hija, embelesadas, y que todo sea distendido, respetando los tiempos de la beba. Termina la sesión y, café y medialunas de por medio, nos sentamos con Carla, –de 32 años, en pareja con el músico Guillermo Brutto–. “No tenía pensado hacer fotos con Mora, es demasiado chiquita. Pero cuando ustedes me llamaron para entrevistarme pensé que Para Ti Mamá era un buen marco para contar cómo había nacido. Si no lo hacía con ustedes, no lo hacía con nadie”, arranca, y nos disponemos a que nos cuente todo lo que pasó en su casa de Caballito, hace algo más de tres meses.
–¿Como surgió la idea de que el parto de Mora fuera en tu casa?
–El día que me enteré que estaba embarazada, lo primero que hice fue buscar en Internet “parto humanizado”. Sabía que existía, me interesaba el tema, pero no sabía qué significaba realmente. ¡Tampoco tenía idea de qué era un parto! (risas). Empecé a averiguar y fue maravilloso. Encontré información por todos lados, en cantidades industriales: videos, fotos… y muchas campañas a favor del parto humanizado.
–Habías escuchado hablar del tema.
–Adentro mío existía una simpatía por la idea del parto humanizado. Por alguna razón fue lo primero que fui a buscar cuando supe que estaba embarazada. Pero no sé de dónde lo había sacado. Tal vez algo me había dicho mi marido, que conocía un grupo de mujeres que había parido en su casa. Pero no fue planeado, ni algo que me había propuesto. De hecho hacía dos años que pagaba una obra social para parir en un sanatorio. Como la mayoría de la gente, yo pensaba ir por el camino clásico: parir en un sanatorio. Muchas veces uno no se plantea las cosas, no se cuestiona: vas al obstetra, te dicen quién va a ser tu partera y así llega al parto. Yo quise empezar a ver otras cosas. Había otras formas. Me enteré, por ejemplo, que el cordón umbilical no se les tiene que cortar enseguida, como hacen en muchos sanatorios. Y hay más cosas que mucha gente no se cuestiona.
–¿Por qué crees que las cosas se hacen así?
–No sé. No hay lógica. Nadie te explica las cosas. Ni te dicen por qué hacen las cosas con semejante velocidad. Cuando empezás a caminar un camino distinto, te vas encontrando gente que se cuestiona lo mismo que vos y que te recomiendan libros. Así fue como leí “La maternidad y el encuentro con la propia sombra”, de Laura Gutman y después “Parir en libertad libertad” de Raquel Schallman. Cuando los terminé dije: “yo quiero parir en mi casa”; lo agarré a Guille y le dije: “consigamos esta partera. Llamémosla”. No sé por qué más del 90% de la población sigue por el camino tradicional, quizás porque no sabe que existe otro. No debería haber más mujeres a las que les dicen que no dilatan y les hacen un goteo o una cesárea, sin darles tiempo.
–¿Cómo seguiste?
–Mi ginecóloga no hacía partos, entonces busqué un obstetra y la verdad que no me gustó. Quedé como boyando. En Mar del Plata tuve un inconveniente y fui a ver a otro médico, que me recomendó Raquel Schallman. Me pareció agradable la manera en que me habló. Se centró en mí como alguien particular, no como una embarazada en general. Yo quería que me trataran sabiendo que mi embarazo podía ser distinto, que podía sentir otras cosas. Flashee con el parto humanizado. Así conocí a Edith Diez y Sandra La Porta, las parteras que colaboran con Raquel, con muchos años de experiencia. Te hacen sentir que sos la protagonista de ese momento.
–¿Cómo te sentiste durante el embarazo?
–Trabajé y estuve fantástica. Iba viendo cómo evolucionaba. Me hice todos los estudios de rutina. Sólo al final, en el último programa de Éste es el show, me sentí realmente mal. Estaba de ocho meses y medio y en vivo empecé a sentir contracciones. Me bajó la presión. Pero antes hice de todo, no me privé de nada. Eso sí: dejé el alcohol y el tabaco.
–¿Cómo te referís a esta experiencia de parto?
–Parto humanizado o parto respetado. Así deberían ser todos los partos. Tiene que ver con que nadie decida por vos. Muchos me dicen que tuve coraje, pero la verdad es que yo no siento que haya tenido más valor que otras mujeres. Lo único que hice fue informarme mucho y eso es lo que recomiendo. ¿Por qué dicen que el parto es lo más doloroso del mundo? No. El parto duele si te aceleran. Si tratan que dure tres horas un proceso que debería durar veinte.
–¿Tu marido estuvo de acuerdo en que un parto humanizado era lo mejor?
–Sí. Él me lo había mencionado antes. Yo sabía que quería hacer algo diferente de lo que había escuchado, pero no sabía si en casa. Estaba la opción de ir a un sanatorio, después de haber hecho el trabajo de parto en casa. Pero me decidí cuando hice el curso.
–¿Qué dijo la gente cuando contaste que querías tener a tu hija en tu casa?
–Pasó de todo. No quería decirlo mucho en los medios y tener guardia ese día en mi casa porque no sabía cómo iba a resultar. No quería hacer mucha alharaca del tema. Tenía un plan B: si pasaba cualquier cosa nos íbamos a un sanatorio en el que teníamos un lugar reservado. Eso en relación a lo público. Mientras que en mi familia fue toda una revolución. Fue muy poca la gente que me entendió. Ni mi hermano, ni mi cuñada, que habían tenido un parto en el que todo había salido fantástico
pero que no había sido lo que yo quería. Les costó entender. Muchos quisieron detenerme. Y la verdad que, después, cuando vieron cómo salió todo, se callaron la boca. Nadie tuvo nada que decir. A mis amigas les mostré el parto, porque lo tengo filmado y flashearon. Quedaron alucinadas.
–¿Cómo fue?
–Empecé con algunas contracciones el sábado a la noche y mi hija nació el domingo 21 de junio a las 9 de la noche. La noche del sábado al domingo eran sólo molestias, así que dormí.
–¿Tenías miedo?
–No. Tal vez sí a lo desconocido, al parto en sí. Pero no porque fuera en mi casa.
–Estabas muy convencida de lo que estabas haciendo.
–Sí. De hecho ves la filmación y hay un momento en el que a Guille le digo que no tengo nada de miedo. Al final sentía un dolor indescriptible, como que te estás partiendo. Sentía que estaba por explotar. Pensaba que ese estado no se podía sostener en el tiempo. Estaba con Sandra y con mi marido. Iba de la cama a la bañadera. Dormitaba, entre contracción y contracción. Guille contaba el tiempo. Así estuve todo el día. Dejando avanzar el proceso. Tipo ocho de la noche ya estaba casi con dilatación completa y me sentía tranquila. Las contracciones son dolorosas pero lo bueno es que duran un minuto, como máximo y pasan. Aguantás y después descansás. Tenés minutos para recuperarte, para relajarte. Cuando ya tenía la dilatación suficiente Sandra me pidió que me parara y que empezara a caminar para que la cabeza de Mora bajara. De golpe algo cambió porque empecé a sentir la necesidad de pujar. Se modificó todo. El cuerpo puja y no podés hacer otra cosa. Entré al living y Sandra estaba en el piso, acomodando todo para que naciera mi hija. Mi marido estaba poniendo la cámara en el trípode y yo lo empecé a manotear, sentía que iba a salir. Fue media hora de un acelere violento. Como una montaña rusa, sin retorno. Estaba en cuchillas, agarrándo a Guille, destruyéndolo, gritando. Ya le había avisado a los vecinos que iba a tener a mi hija en casa (risas). Los dos últimos pujos fueron con todo. Sentí que volaba por el aire.
–¿Cómo fue parirla?
–En el anteúltimo pujo Sandra me tranquilizó porque yo estaba gritando mucho. Me dijo que no estaba haciendo fuerza para pujar y que tenía que volver a hacerlo bien. Que podía gritar pero que también tenía que pujar. Me habló con una calma que no voy a olvidar nunca. Me avisó que iba a nacer, que aguantara la respiración y me mostró con un espejito la cabeza de Mora. La ví saliendo de mí. Y en un último pujo, la contracción final. ¡Increíble! Fue alucinante parir a Mora en casa.
–¡Qué bueno tenerlo filmado!
–Sí, aunque en la filmación no se nos ve bien a nosotros. Las cabezas quedaron cortadas (risas). Cuando Guille ponía la filmadora en el trípode, yo lo agarraba porque Mora nacía. Fue un segundo. Se deslizó, me la pusieron en el pecho y la agarré, la tapamos. Guille estaba atrás mío. Yo estaba sentada en una silla de parto –con forma de herradura–, porque las piernas no me daban más. Arrancó llorando como loca. Yo sólo le miraba la carita y no entendía nada. Desde ese momento dejé de
entender. Quedé como congelada. En un momento me estaba partiendo y de repente apareció Mora. La tenía en brazos. Es incontable. Después de nueve meses de tanto esperarla.
–¿Mora estaba bien?
–La vio Sandra y dijo que estaba bien. Respiraba perfecto. Después, esa noche la vio un pediatra. Yo quería que la viera un médico. Tiramos un colchón en el piso y me acosté con ella. Estaba en una nube total. Sandra me revisó, vio que tenía un desgarrito y me hizo dos puntos.
–¿Aprovecharon para estar los tres juntos o había más gente en tu casa?
–No había nadie más. No queríamos que nadie supiera que estaba en trabajo de parto para que nadie se preocupe. Pero lo cierto es que el domingo era el Día del Padre y se notó que algo pasaba porque nos íbamos a juntar y no nos juntamos. Desde ese día estuvimos juntos los tres. Siempre soñé con la maternidad, desde chica. Me llegó en el momento justo. La buscábamos desde hace tiempo pero está bien que haya llegado en este momento.
–¿Y te costó volver a trabajar?
–Sí, me costó. Por suerte pude hablarlo en el trabajo y todos me entendían.
–¿Cambió la relación de pareja?
–Y… sí. Ya no somos dos. Además Guille tiene una hija que se llama Casandra, de 8 años. Pero como no vive con nosotros todo el tiempo, siempre tuvimos nuestros momentos de ser dos. Eso ya no existe más, ¡ni existirá por varios años! Tu pareja pasa a ser el padre de tu hija y eso cambia todo. Yo estoy constantemente para ella. Aunque es algo que trato de laburar. Los primeros treinta días no me separé ni para hacer pis. La primera semana casi ni me bañaba y no me quería vestir. Además
dormimos juntas. Pero, como volví a trabajar rápido, con Mora de veinte días, tuve que activarme sí o sí. Al principio se ve todo muy caótico, y de a poquito se va acomodando la vida. Que Guille ya sea papá me calma y ayuda un montón.
–¿Cómo tomó Casandra la llegada de su hermana?
–Está feliz. Por momentos fue todo un tema, pero ya lo superó. Como es grande, la puede alzar. Por ahí Mora se duerme encima de ella y eso la pone re contenta.
–¿Quieren tener más hijos?
–Me encantaría. No se cuándo, supongo que en un par de años, mínimo dos o tres. El embarazo fue alucinante, me pareció un estado maravilloso. De hecho, después, extrañé la panza un montón. Me sentía bárbara, y ¡estaba embarazada! Fue parte de un gran cambio en mí, de mi búsqueda personal, tomar un rumbo nuevo… un antes y un después. Lo importante es poder decidir. Aunque elijas una cesárea, elegís sabiendo, habiéndote informado. Yo no reniego de la institución, ni de los
sanatorios, ni pienso que todo el mundo tiene que parir en su casa. Se trata de parir donde tengas ganas de parir, y en la forma que quieras hacerlo. Mi abuela parió en su cama. No es un delirio, sino que se trata de estar más cerca de la naturaleza de tu cuerpo. Aunque sé que está buenísimo que haya un médico para resolver complicaciones y contar con la medicina para lo que corresponde. Pero un parto es tan simple, tan sencillo… como ha nacido todo el mundo.
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- Mariela Martinez
- Médica. Medicina Estética. Psicoprofilaxis del Parto. Doula Maternal.
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¨Cambiar la forma de nacer es cambiar la forma de vivir¨Dr.Michel Odent - Un espacio para las mamis y sus bebés, Preparación para el parto, Doula Maternal, esferodinamia, musicoterapia, y lo que necesites para acompañarte en el mágico camino del embarazo y la maternidad!
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basta de flaccidez
REDUCIR FLACCIDEZ Y TONIFICAR MÚSCULOS
La flaccidez se produce por el deterioro de las fibras de elastina y colágeno de la dermis, que son las responsables de mantener la firmeza y elasticidad de la piel. El efecto antiestético puede ser empeorado por la pérdida del tono muscular.
Este es el tipo de flaccidez habitual, asociada con la edad y que se da en todas las mujeres.
Un caso particular es el que se produce cuando se agrega una gran disminución del peso corporal.
El tratamiento varía en cada caso, en función del grado, ubicación, antecedentes y estado de salud de cada persona. Por eso elaboro para cada persona un plan en particular dependiendo de las necesidades de la piel, y del cuerpo. Combinando máscaras, masajes, con aparatología de primera generación, aumentando así el tono cutáneo y muscular, y con un apoyo nutricional y ejercicios físicos que competan el protocolo.
_________________ Para lucir unos músculos t ersos y bien formados son fundamentales el ejercicio, una alimentación sana y los masajes. No es cosa de cruzar las piernas y sentarse a esperar un milagro.

Celulitis..dejala atrás
TRATAMIENTO PARA LA CELULITIS
Paniculopatía Edematosa Fibroesclerótica o Celulitis, se trata de una alteración en el metabolismo que afecta a las células del tejido adiposo, que al no producir un adecuado drenaje, se inflaman, aumentan su tamaño y se tornan más rígidas que lo habitual, que por compresión provocan un trastorno circulatorio y linfático, que además de las molestias configuran estéticamente a su aspecto de ¨pocitos¨o piel de naranja¨que tanto afecta a las mujeres.
Creo un tratamiento a tu medida, luego de una correcta evaluación y diagnóstico de la misma, donde constataré su tipo y estadío .
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